Es alta, delgada y sus manos pequeñas.
Normalmente lleva puesto un vestido de color azul, una diadema y unos zapatos.
Muy buena, traviesa y nada envidiosa.
Le gusta tener amigos, los unicornios y los libros.
Como le gustaba tener muchas amistades, empezó a ir al parque para conocer a más niños.
Un día de verano se acercó a una niña que estaba en un columpio y le preguntó si quería jugar con ella; le contestó que no y se fue corriendo.
Esta horrorosa situación le pasó un montón de veces porque, como era de la realeza, pensaban que era chulita.
Cierto día se encontró a una pequeña sola y triste. Le preguntó qué le pasaba y le dijo que nadie quería jugar con ella porque era pobre. Le dio juguetes, libros, vestidos y compartió todo lo que tenía con ella.
Sara





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