jueves, 20 de febrero de 2014

"Como somos!"

Un día estaba en la cocina ayudándole a mi padre a fregar los platos. Después de terminar, se fue al baño. Yo estaba coloreando uno, cuando se cayó. Vino y me preguntó qué pasaba; le dije que había estornudado muy fuerte: ¡Había tirado los trocitos a la basura! Y nadie se enteró.
Pablo
 "O zapato da miña nai"
Moitas veces, na miña casa abúrrome e gafo unha trastada. Son moi pero moi traste.
Saio da miña habitación e vou ao zapateiro da miña nai, alí collo uns zapatos de tacón e ando por toda a casa.
Ela  non se entera e iso faime moita graza! 
 Paula


Un día pola tarde, cando aínda tiña catro anos, na casa dos meus avós, pregunteille á miña madriña se podía tirar uns papeis ao lume. Díxome que si e tireinos.
Cando mirou, xa era tarde! Era a guía telefónica!
Ao final, colleuna a toda presa, despois rímonos moito.
Diego
Eu estaba na cociña coa miña irmá. Entón ela pasoume un prato e caeume ao chan; a miña nai viuna e pensou que fora ela, castigouna e chorou (non tanto como no debuxo). A min doume pena!
Pasaron dez minutos e perdonouna, eu disculpeime mais non me funcionou. Arrepíntome, aínda que se mete moito conmigo.
Olga

En fin de ano, cando estaba na casa da miña avoa poñendo a mesa, os meus pais dixéronme: Ven, tes que poñer as copas porque xa falta pouco para que veñan os demais.
Eu corrín e tropecei co cubo para botar as cáscaras dos mariscos e rompín as oito copas...
Lena


Hace unos años estaba jugando con un balón de gomaespuma y, ya cansado, decidí sentarme, pero lo hice boca abajo, choqué contra una mesa de cristal y la rompí..
Mi madre sintió un ruido y vino a ver qué pasaba; cuando me vio en el suelo, me puso hielo en la cabeza... Y después me echó una bronca.
David 


Hace casi un año estábamos en la aldea toda mi familia. Todo el día habíamos estado en la playa; cuando ya se estaba haciendo de noche, recogimos y nos marchamos a casa de mis abuelos. Como tienen perros y gatos, los meten en una cuadra, donde también hay: cerdos, ovejas, conejos y gallinas.
Cuando mi hermana y mi abuelo estaban cerrando todo, sin saber que yo estaba allí, imité el ruido de una vaca y se asustaron mucho.
Ya habían pasado cerca de quince minutos y volvieron a cenar.
Cuando les conté lo ocurrido, nos estuvimos riendo todo el rato.
Cristina



lunes, 10 de febrero de 2014

"Los lloros mágicos de Lara"


Hace muchos años, en A Coruña la gente estaba muy triste y apagada porque no paraba de llover. 
Cada día las olas eran de diez metros y siempre había alerta roja. 
Los paraguas se rompían, las clases se suspendían y las actividades también.
La gente se aburría de quedarse en casa sin poder hacer nada. Por culpa de los truenos, los niños no podían ir al parque.
Lara, una niña de nueve años, se cansó y decidió ir a un sitio alto a pedirle a las nubes que parase de llover, fue a la Torre de Hércules. Parecía que no le escuchaban. Ella se puso triste y lloró tanto que, cuando abrió los ojos, el sol brillaba con fuerza. Incluso llegó a pensar que tenía poderes mágicos.


Cristina

sábado, 8 de febrero de 2014

"¡Suerte, Vinicius!"


Esperamos que hayas llegado bien a tu país. 
Queremos que seas muy feliz allí.
¡No te vamos a olvidar! 

"Un sueño"

Estaba en el colegio, en la hora de Matemáticas, haciendo un control de divisiones de tres y más cifras.
Nuestro profesor fue a hacer un recado y nosotros nos habíamos quedado solos.
De repente, empezó a llover, después a granizar, y más tarde a nevar.
Pasado un rato, vino Genaro y comprobó lo sucedido. La inundación era mayor y el techo cayó... Empezamos a correr hacia la salida y a ponernos lejos del peligro.
Al final no pasó nada: ¡Solo era un sueño!
Cristina