lunes, 30 de marzo de 2020

"El niño soñador"

Érase una vez un niño huérfano desde los 3 meses llamado Kevin.
Un día soleado le tocó la lotería, una familia quería acogerlo. No era el único niño de acogida, sino que era el tercero.

Cuando empezó el cole era un chico tímido y distinto a los demás. Tenía una imaginación que todo el mundo se reía de él.

Al llegar a casa se iba a su habitación a escribir su diario, que era el único sitio donde era el mismo.

El día de Halloween tenía toda una libreta de disfraces increíbles y hasta la casa con los adornos, es decir un increíble diseñador.
En el cole todo el mundo lo veía disfrazado de troll y nadie sabía quién era, pero al llegar a clase y pasaron la lista todo el mundo se quedó impresionado.
Aun así, la gente se metía con él de cualquier manera.
Al llegar a casa se quitó de malas maneras el disfraz y deshizo todo lo que tenía preparado.


Día a día, humillación tras humillación.
Sus padres ya no sabían qué hacer con él, hablaban con el cole para que no ocurriera más.

Cuando Kevin ya tenía 14 años en un viaje lo abandonaron a él con su diario y un poco de ropa y dinero.
Vivía por las calles, pero nunca paró de perseguir su sueño que era ser el mejor jugador de fútbol de la historia.
Cada pista que veía, pista en la que triunfaba.

Un día cuando estaba en la pista más grande de la ciudad de Bruselas, un ojeador del Brujas, uno de los mejores equipos del país, lo vieron y cuando acabó le preguntaron si quería jugar en su equipo, al momento les dijo que sí, pero había un problema, no tenía casa ni tenía nada.
El club encantado de acogerle le compró un apartamento al lado del campo.
Siempre se levantaba con la ilusión del primer día.

Cuando llegó el día de su debut, muchos equipos profesionales como el Valencia le echó el ojo y cuando vieron la oportunidad lo ficharon.
El mejor del equipo sin duda, pero muchos más lo querían.
Ganó muchísimas cosas allí.

Una llamada extraña recibió una mañana de julio, era el Real Madrid que lo quería fichar, el jugador encantado y se fue a Madrid donde cumplió su sueño.
Un día al salir del Bernabéu unas caras reconocidas lo recibían.
Eran sus antiguos padres que después de abandonarlo querían que volviera solo por su dinero.
Kevin, como no era tonto, les dijo que no y le preguntó al periódico Marca que se le pudieran hacer una entrevista para que pudiera salir a la luz lo ocurrido.

Cuando ya tenía 35 años su día de retirada estaba más cerca que nunca.
Como era su última temporada quería volver a sus orígenes, es decir volver al Brujas.
Se extrañaba mucho porque se sentía genial y siempre es titular.
Entonces decidió que se iba a retirar cuando él quisiera, no como los demás le digan cuando lo tiene que hacer.

El día 22 de enero sufrió la mayor lesión de un futbolista, rotura del ligamento cruzado y del menisco externo.
No pudo jugar hasta el último partido de la temporada, el día de su retirada.
Cuando lo cambiaron el minuto de su número, el 53, todo el estadio se puso en pie para despedir al mejor jugador del mundo.
Lo había conseguido, ya es uno de los top 5 mundial.

Después de acabar su carrera quiso cumplir los deseos que tenía de pequeño.

Javier