"Los hermanos pequeños"

Los hermanos pequeños, esos que se pasan la vida contigo, esos que siempre nos hacen sacar una sonrisa cuando más lo necesitas, con quien has pasado los mejores momentos de tu vida... Pero también son "gremlins", pequeños monstruos a los que no les puedes dar alimentos que contengan azúcar al pasar de las 12 pm.

Aquí, en esta maravillosa redacción, voy a contar los piques de hermanos. Existen varias de categorías:

1ª - Son las más normales y habituales: que se le antoje lo que tú haces; por ejemplo, estás leyendo un libro en el sofá, tu hermana va a sentarse en tu sitio, quitártelo y empezar a leerlo. Como no quieres meterte en líos, te levantas y te vas, pero ella hace lo mismo.

2ª - La más irritante, que suele utilizar tres veces semanales aproximadamente. Tu hermano pone la mesa y coloca los cubiertos "malos"; molesta un montón porque te tienen que tocar  a ti; vas a cambiarlos, pero tu madre no te deja porque tiene que fregar más y, aun por encima, te empieza a hablar de lo caro que está el agua. 

3ª - Cuando entra a tu cuarto, se abofetea a sí misma y grita: "¡Mamá, mi hermana me ha pegado!". Seguro que os ha pasado alguna vez.

Estad atentos porque la próxima semana os voy a contar los "piques de hermanos mayores"; así como los juegos con tu hermano o hermana.

Mar

"Luchar contra la tristeza y el aburrimiento"

Muchas personas dicen que para aliviar la tristeza se puede dormir, lo que no tiene nada de disparatado, a no ser que te suceda lo que me pasó a mí.

Estaba triste y se me ocurrió echar una siesta. Ya en mi litera no podía descansar, así que empecé a dar vueltas por toda la cama hasta que encontré la posición perfecta.

Comencé a soñar y lo que parecía un reposo tranquilo se convirtió en una actividad física constante. Iniciaba calentando, dando doce vueltas a un campo de fútbol y, después de eso, flexiones.

Ya comenzaba con los deportes; en concreto, ciclismo: una ruta de quince kilómetros en la montaña. Un poco cansado, mas quería seguir...

Había pasado  bastante calor, me apetecía darme un baño y tuve una idea fantástica: ir a la piscina para refrescarme. Cuando llegué, vi  a unos chicos haciendo unos largos y se me ocurrió hacer lo mismo. Estaba agotado, aunque podía hacer otro más. 

El último debía ser el más potente, tenía que ponerme a prueba; lo más duro era una carrera de diez kilómetros y ni me lo pensé.

Ya no pudiendo más me desperté; me encontraba sudado, derrotado y no podía casi respirar. ¡Al menos ya no estaba triste! ¡Objetivo cumplido! Quería solamente descansar.

Nicolás 

El aburrimiento es algo que sientes cuando no tienes nada que hacer o te falta algo: si estás en una comida con toda tu familia, no te dejan encender la televisión, nadie quiere jugar...

Aunque mis padres me suelen decir que el aburrimiento ayuda. 

Para combatirlo, cinco consejos:

- Dormir, para que el tiempo pase más rápido.

- De no saber qué hacer, estudia y así estarás ocupado.

- Si por casualidad estás en una playa, cuenta la arena.

- Ir a la calle y jugar a la gallinita ciega tú solo.

- Si  ninguno de estos remedios te sirve, como último, puedes proponerte batir algún récord.

 Iago 

"Cura para la tristeza"

¿Te sientes solo y desolado?, ¿o acaso triste y deprimido? ¡Pues tenemos cura para eso!

Necesitarás estos ingredientes:

- Pasto de amistad y compañía.

- Fruta de las aficiones ("hobbies").

- Cuchillo de lo positivo.

- Agua del buen descanso.

Aquí están los pasos necesarios, los cuales son precisos, rápidos y fáciles de seguir:

1. Lave, pele y corte la fruta con el cuchillo de lo positivo.

2. Échela en una olla con agua del descanso (el cubierto no, idiota), hiérvela durante cinco minutos.

3. Sáquela y hágala puré (el recipiente no, descerebrado).

4. Cúbrala con pasto (no tanto).

5. Añada chocolate, pues: ¿A quién n o le gusta?

6. Ponla en un plato.

7. Rómpalo para desahogarse.

8. Cógela con palillos chinos (el cuenco no, retrasado).

9. Disfruta.

Joan

"Mis súper ideas"

Remedios:

a) Para la tristeza:

Un día que te levantes triste o sin ganas de hacer algo interesante, lo primero que tienes que hacer es mirarte al espejo, sonreír, ponerte la ropa más colorida que tengas - da igual que no combine, poner música  a todo volumen, de las que te hacen mover el esqueleto.

Seguir mirándote al espejo y decir: "Yo puedo, me lo merezco y tengo mucha personalidad". Seguro que después podrás organizar una fiesta de carnaval sin que sea la fecha.

Llama a tus amigas y diles que aparezcan con u  disfraz y listo.

b) Para no aburrirte:

Te propongo:

- Hacer pasteles de colores.

- Leer un libro de chistes.

- Bailar canciones infantiles.

- Llamar o ver a tus amigos más divertidos.

- Juegos de mesa en familia.

- Ver películas.

- Dibujar.

- Recurrir al ordenador.

Como consejo:

Usa la imaginación, que nuestro cerebro tiene mucho que ofrecernos.

Aroa

"10 lágrimas que no caen"

Remedios alocados para combatir la tristeza:

- Bailar bajo la lluvia.

- Invéntate un idioma.

- Canta en la ducha mientras con una mano te rascas el pie y con la otra te tocas la punta de la nariz.

-  Ve al monte y grita con todas tus fuerzas: "No busques los errores, sino un remedio".

- Haz el pino y recita un trabalenguas. Aquí tienes un ejemplo fácil: "Yo poco coco como, poco coco como yo".

- Intercambia dibujos a medio hacer con un amigo y acábalos. ¡A ver qué sale!

- Píntate el pelo con tiza, o tinte que salga con agua del color que menos te guste; sácate algunas fotografías; llena un cubo con agua fría, tíratelo por encima. 

- Grábate haciendo bailes raros o figuras en el suelo, reprodúcelo en cámara rápida. No pararás de reírte.

- Apaga las luces, enciende una linterna, pégale cinta por la parte por donde se proyecta y píntala de colores, haz formas con los dedos para formar sombras, invéntate una historia y pásatelo genial.

- Llama a un número al azar y pide una pizza. Guarda esta lista y úsala cuando la necesites; puedes enseñarle algunos remedios a algún amigo, familiar, compañero... para que se sienta mejor.

¡Ahora inventa tú una lista!

Mayra

"Si el mundo fuera gratis"

Qué pasaría si en el mundo no hubiese dinero.

Todos intentarían coger objetos de mucho valor, lo que sería un caos en dicho lugar: "Quien lo coja primero, se lo queda".

Después de algún tiempo, la inflación sería extremadamente alta, porque podrás conseguir todo por ningún valor.

Si esto es horrible, aun hay más: el mundo no tendrá recursos, sería horrible.

Acabaríamos con la humanidad, dejando exclusivamente a la naturaleza después de años.

Bernardo

"Remedios disparatados para combatir el aburrimiento"

¿Estás realmente aburrido y quieres lucirte? No te preocupes, aquí hay remedios disparatados para combatirlo:

- Una batalla de comer más fábricas de chocolate.

- Limpiar...

- Hacerte amiga de tus peores enemigos.

- Realizar una división periódica.

- Un maratón de películas durante dos semanas.

- Ver a Bob Esponja.

- Enamorarte de una lavadora.

- Comprar una calefacción que enfríe y un ventilador que caliente.

- Contar tus secretos a todos.

- Montar un árbol de Navidad en "Halloween".

- Vender todo lo que tienes gratis.

Noa

"Una visión esperpentica de la navidad"

En estas fechas , en las cenas típicas hay muchos tipos de personas:

- La que come por no dejar comida y que al día siguiente no sobre nada (mi tía).

- Quien cocina mucho y compra demasiado vino pensando que se va a beber, aun cuando los niños no podemos (mi abuela).

- El que pilla las vacaciones, pero un día después se pone malo (mi papá).

- Quien ya cenó y ya se quiere ir para dormir antes, por los regalos; y que después no te deja descansar porque está nervioso (mi hermano).

- Los "piripis", sin tomar ninguna bebida (mi primo y yo).

- Quien llega tarde (mi tío).

- La que se hace preguntas estúpidas (yo): ¿ Por qué la bebida se llama así de no estar bebida?

- Quien solo quiere estar en su casa y solo viene por sus hijos (mi madre).

- La traficante de dinero (mi abuela).

- El que llega exclusivamente por los regalos (mi hermano).

Y ahora una pequeña historieta:

(En mi casa) 

- Noelia, vístete, ya que llegamos tarde - mi madre. 

- Pero si todavía son las cinco y media.

- Ya, como tardáis media hora en salir, llegaremos cuando no debemos.

- Yo ya estaba preparado hace tres horas - Diego.

- Como todos los años, él quiere ser el primero, aunque luego se quiera ir a los cinco minutos.

(En la cena)

- ¡Llegamos! - mi madre.

- Sí, pero antes de lo previsto.

- ¿Quién os ha mandado venir tan pronto? Pues ahora me ayudáis a cocinar los dos jamones - mi abuela.

- Me voy a poner la mesa... ¿Dónde estarán los regalos? - Diego.

- ¡Cuánta comida! Toda para mí solita... - mi tía.

- ¡Cuidado, que vienen un par de jamones! - mi abuela.

(Después de la cena)

- Me quería quedar en casa, pero me arrastraron hasta aquí (pensamiento de mi madre).

- Tomad, para que lo gastéis en tonterías - mi abuela.

- ¿Nos podemos ir ya? - Diego.

- No - mi padre.

(En mi casa, otra vez)

- Vale, solo tengo tres minutos para: ponerme el pijama, tomar el colacao y lavarme los dientes. 3, 2 ,1... ¡Ya! - Diego.

- Y por qué (yo).

- Para irme a acostar lo antes posible, no me distraigas.

- Diego, en serio que te vas a tomar el colacao después de comerte los dos jamones y quitarle el protagonismo a la tía - mi padre.

- ¡Pues claro!

(En la cama)

- Noelia, no puedo dormir.

- Y a mí qué.

- Solo te avisaba, porque no te voy a dejar en paz.

- ¡Nooooooo!

(Al día siguiente)

- Creo que estoy resfriado - mi padre.

- Deja de hablar y mira como abro mis regalos - Diego.

Noelia