Un día que estaba en mi habitación haciendo los deberes escuché que mis libros estaban susurrando. Entonces me metí debajo de la cama y vi cosas extraordinarias. Las luces se encendían y apagaban rápidamente, las pinturas escribían solas en los folios, del armario salían prendas de vestir y éstas flotaban en el espacio. Los zapatos y las zapatillas bailaban claquet, los juguetes y los cojines saltaban encima de la cama haciendo un corro, la papelera lanzaba sus papeles y los libros les contaban sus historias a otros. Las pulseras, los pendientes y los anillos empezaban a cantar, las paredes se reían y el globo terráqueo giraba soltando luces de colores y un olor a menta.
Mi habitación se había convertido en una fiesta
"FANTÁSTICA".
Cuando asomé la cabeza todo volvió a su lugar y, desde entonces, todas las tardes que hago los deberes me meto debajo de la cama a ver qué pasa.
Ariana
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