Desde pequeña siempre fui su preferida. Me cae muy bien.
Suele gastarme bromas con mi nombre: Juanita, Jaimita, Roberta, Juanita Banana... No me molesta, me hace mucha gracia.
A otra persona a la que también le cambia el nombre es a mi padre: Don Juan de Austria.
Siempre que voy a su casa se pone muy feliz, lo que me encanta.
Es graciosa, divertida y muy generosa, qué más voy a pedir.
Aunque para muchos no sea la abuela ideal, para mí lo es todo, no sé qué haría sin ella.
¡Te amo, abu!
Noa
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