Agua, cuando me acompañas no me regañas.
Agua, cuando me acompañas trepas como una araña.
Tú eres mi amiga y carcajadas todos los días.
Tú me seguías cada día allá donde iba.
Hasta que un día, rellenaste mi piscina.
Yo era feliz jugando contigo cada día.
Caliente o fría, dependiendo del clima.
Pero al cabo del tiempo
te fuiste con el viento.
Mauro
Preciosa.
ResponderEliminar