jueves, 24 de noviembre de 2011

"El tesoro del dragón rojo"

Érase una vez un niño que vivía en un pueblo en el sur del lago Michigan.

Un día, mientras paseaba por la orilla, vio un viejo barco de vapor. Se subió y se puso a investigar, descubrió un mapa que ponía:

"Mapa del tesoro del dragón rojo".

Salió corriendo a buscar a sus amigos. Una hora después, estaban en marcha. De repente el barco se paró, y uno de ellos dijo: "No quedará carbón en la caldera".
Bajaron a la caldera y descubrieron que había un zombie.
El más valiente bajó y descubrió que era un uniforme colgado de un perchero con ruedas.

Cuando estaban llegando a la isla, se apagaron las luces; vieron llamaradas y chispas entre unas nubes, y también oyeron disparos. Se trataba de un dragón peleando con un avión militar.
Aceleraron al máximo y, ya en la playa, descubrieron una cueva oscura y húmeda, entraron y oyeron:

"Encontraremos el tesoro y seremos muy ricos. ¡Ja, ja, ja!"

Se encendieron unas luces y vieron montañas y montañas de monedas de oro y plata.

Estaban tan asombrados que un estruendo les hizo volver a la realidad. Un avión gigante aterrizó en la playa, las personas se dirigieron a la cueva y empezaron a llevar las monedas. Los pilotos les avisaron: "No se puede cargar tanto". Por ello, pidieron refuerzo para que les enviasen otro más grande y potente.
Poco después, llegó un aparato gigantesco, con cuatro motores de hélice en cada ala.

Cuando iban a despegar, los niños encontraron una avioneta, arrancaron el motor y empezaron a perseguirlo. El problema fue que se cabó la gasolina y no consiguieron el mejor tesoro del mundo; pero, como exclamó uno de ellos: "Tenemos la mejor historia del mundo!

Rubén

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