"Diálogos absurdos: el espejo y la calefacción"

- Hola.

- ¿Qué tal?

- Espero que no estés estropeada.

- ¿Por qué?

- Porque hoy toca día de ducha y no me quiero empañar.

- El otro día no estaba estropeada, sólo que no me habían enchufado.

- Pues no es por nada, pero te vino a revisar un electricista.

- ¿QUÉ?

- Lo que te estoy diciendo.

- Pues por no avisarme hoy, olvídate de que me encienda por mucho que me enchufen. ¡Chao!

- ¡Hasta nunca!

Andrea