Antes de comenzar a redactar, quiero explicar que esto empezará a partir de cuando tenía conciencia de lo que hacía (a los cinco años). Sin más que decir, comencemos.
Estaba todo oscuro, muyyy oscuro, hasta que de repente empecé a ver. Al parecer estaba vestido, con mis cosas del cole, con mi hermano y con mi madre.
Al llegar a la escuela, por razones que desconozco, cuando tocó la sirena, sabía perfectamente dónde tenía que entrar, en qué clase y hasta conocía a todos mis compañeros.
Pasaron los años y al entrar en primaria esto pasó de ser un juego a un estudio de verdad; o sea, empezar a trabajar.
Empecé primero y, aunque no se me dan bien los cambios, pude adaptarme.
Todo iba bien, pero a finales de segundo tuve un pequeño problema: "Estaba solo en el comedor", sí, todo iba bien: la comida era buena...
Hasta que un día conocí a David, también a David G. (para diferenciarlos).
Haré un pequeño resumen de cómo nos conocimos: estaba aburrido y, por hacer algo, paseaba; le vi jugando solo y, aunque también se me da mal socializarme con gente desconocida o que no veo mucho, le pregunté si podría jugar con él y asintió. Empezamos y ¡hala! Ya tenía un amigo nuevo.
Ahora hablaré de cómo iban las cosas en casa: me encantaba todo, hacía algunos deberes, veía la tele...
Ya llegó tercero, donde conocí a Genaro; la verdad, al principio imponía un poco, pero luego nos hicimos amigos o, por lo menos, nos llevábamos bien y todo empezó a ir mejor.
Todo cambió y se complicó todo; currábamos bastante, aunque me gustó; lo pasé genial con algún amigo en el recreo; YA ME SENTÍA RESPONSABLE.
Cierto día apareció la maestra María y ,al parecer, iba a ayudarme a mejorar y a controlar mis emociones.
A veces perdía los controles y me reñían, tanto mi profe como mi madre, a pesar de que nos queremos.
En el comedor ¡La comida no sabía muy bien!... En determinados juegos, había cuestiones que me molestaban cuando se jugaba a bromas pesadas (al menos para mí). Era tan repetitivo que casi me rindo y hubiese dejado todo si no hubiese sido por mi madre y Berta.
También me iba muy bien en kung-fu. Mi profe Óscar era muy bromista, lo que en ocasiones me molesta.
En las vacaciones de 2017 y 2018 me sentí genial al poder descansar, jugar con mi hermano, ir a la playa... ¡Lo necesitaba!
¡Al igual que en las navidades! Me encantan, la razón es porque siempre quiero que llegue el invierno, y para estar toda la familia reunida.
Ya no digamos los regalos, fantásticos, con los que me entretenía... Y alguna que otra discusión. De todo.
En cuarto fue parecido. Eso sí, compré con mi hermano una consola que me encantó y pasamos muy buenos momentos jugando.
Cuando acabó el curso, de verdad, estaba harto; algo me decía que todo iba a seguir siendo parecido. Me equivocaba, no iba a ser igual: Ya me controlaba mejor.
Algunos alumnos marcharon del comedor, lo que me alegró, y aparecieron otros nuevos, como Alejandro, al que le llamaban "Copi rabbit" - creo que se escribe así; la verdad es que me pareció raro el nombre pero me gustó y, para acortar, le llamo Copi. Me encanta como amigo: no gasta bromas molestas, tenemos mucho en común, siempre está sonriendo de una manera que nunca te hace sentir mal.
En este curso, al igual que en otros, Genaro hacía algo nuevo: usaba "tochos", libros con muchas páginas de ejercicios.
Algunos dirán que menudo tostón será tanto trabajo. La realidad es que me gustaba, no me cansaba (hasta cierto límite). Me gustaba su estilo de aprendizaje, conceptos que me preparaban a mí a mi clase; aunque no veas lo cansado que quedé a finales de curso.
He conocido mejor a Murillo, ya no discutimos tanto y somos amigos. Gracias al cambio de clase, coincidí con Antonhy con el que me llevaba muy bien; se fue a vivir a otro lugar, aunque dijo que volvería. ¡Lo echo de menos!
¡Sexto! El primer día, como siempre, me da y me dará una pereza tremenda ir a la escuela.
Hacemos trabajos de O.C.O. (Obradoiro de comunicación oral) de lo que queramos, te sube la nota, no hay nada mejor. A lo largo del primer trimestre realicé dos trabajos de "Crash Team Racing", uno la continuación del otro; lógicamente no lo hice solo, sino con la ayuda de Murillo porque le gusta el juego. Copi nos ayudó y en el próximo estará Germán.
La verdad, este curso me encanta.
En estas últimas vacaciones tuve que prepararme para un día especial en el que tocaría "Feliz navidad" con guitarra. estaba un poco emocionado.
Llegado el momento , sin problemas toqué la canción, y no miento: me sentía muy importante por tantos aplausos.
Poco después, mientras estaba jugando a la consola con mi hermano, recibimos una llamada: nuestra abuela tenía rota una pierna. Solo me puse un poco triste; si lo hubiera presenciado me hubiera dado algo porque: ¡La quiero mucho! Hasta la considero mi segunda madre.
Desde entonces vive con nosotros en el sofá cama y usamos una amanta enorme como colcha.
Siento pena por ella pero al menos no está en una residencia o algo así; tiene cariño y puedo pasar más tiempo con ella.
Esto ha sido todo, sé que faltó mucho por decir, algunas cuestiones no muy bien expresadas. no me culpéis, hay que tener buena memoria para recordar tanto, además de ser la primera vez que escribo así.
Sin nada más que decir, ¡FELIZ 2020!
Luis
Además de felicitar a todos los que colaboran con sus publicaciones en este blog, no solo por lo que cuentan en cada una de las entradas, sino por tratar de escribir atendiendo a las normas de ortografía; en este caso, quiero dar la enhorabuena a Luis por expresar sus sentimientos personales, lo que cada día se está convirtiendo en algo muy complicado.
Sería una idea especial ser capaces de exponer lo que nos pasa por la cabeza en determinados momentos, así como expresar nuestro sentido crítico ante determinadas circunstancias.
Genaro Veira
