En el mundo hay gente que le tiene miedo al agua, por el motivo que sea.
Carlos era un niño que no le tenía pánico, ni mucho menos, así que se fue con su padre y su hermano pequeño a recorrer los mares.
Un día se levantó y vio que iba a haber una tormenta; sería difícil llevar el barco, pero lo conseguirían.
No ocurrió nada, pero...
El mar empezó a moverse de una forma muy extraña, a echar humo, y el agua azul se volvió negra. Un pulpo gigante, el Kraken, los rodeó, intentando romper todo con sus tentáculos; se hundieron y no se supo más de ellos. ¡Nunca se encontró nada"
Alazne
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