Había una vez un niño llamado Alberto, vivía en el campo.
Siempre tenía que ayudar a sus padres: plantar todo tipo de verduras como remolachas, zanahorias...; iba al colegio en bici, por lo que muchas veces llegaba tarde; al súper a comprar pañales, leche y comida para bebés, ya que tenía un hermano de dos años. ¡Tardaba media hora en ir y volver!
Sus padres estaban felices por la bondad que tenía.
Iago
Hola.Es muy bonito el cuento sobre todo el niño campesino.
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