San Ciprián, o en gallego San Cibrao, es un lugar aislado y pequeño.
Casi siempre voy con mis padres, pero este verano también vinieron mis primos y unos amigos.
En nuestro edificio hay un bar que es de mi abuelo; delante, hay un parque y una piscina polideportiva.
Desde el piso se puede ver una fábrica abandonada, pero puede acceder a ella la gente; también una ría que se conecta con el mar.
Todos los veranos el ayuntamiento organiza actividades gratuitas; por ejemplo, la fiesta de la espuma.
Me dejan bajar solo, pero no muy lejos.
Recomiendo visitarlo.
Diego
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