Zzzzzz... ¡Quiquiriqui!
Buenos días, estoy muy cansada, ayer pasó algo que nadie se esperaba; mejor os lo cuento detalladamente.
Me desperté como un día cualquiera, me lavé la cara, me vestí, desayuné y me fui al cole. Esperé un poco en la entrada y...
I didn´t wanna leave you
I didn´t wanna lie
Started to cry but then remembered
I can buy myself flower
Write my name in the sand...
Sonó la campana y entré con mis compañeros a clase. A primera hora teníamos "inglés": one, two, three...; a segunda "educación física": flexiones, sentadillas, tijeras...; a tercera "naturales": mano, ojo, boca...; más tarde el recreo y, por último, con Genaro.
Al subir del patio todos nos sentamos, algunos hablaban, otros interpretaban, había quien cambiaba cromos, los que estudiaban... ¡De todo!
Pasaron cinco minutos, diez, quince, veinte, treinta y aun no venía; decidí avisar y esperar.
Al cabo de una hora empezó a ponerse el cielo negro y nublado, entraba "FRÍO" por las ventanas, empezaron a caer "RAYOS" y sonaban "RELÁMPAGOS".
¡Gjrss! Se cortó la luz. Yo gateeé despacio para no golpearme, hacia alguna salida, pero no encontré ninguna.
Owen, del susto, saltó, cayó en la caja de papeles reciclados y gritó "¡Ayyyyy!".
Aparecieron las luces de repente y un extraño individuo apareció subido en la mesa. Era de estatura media, de pelo canoso, ojos marrones y grandes, barba grisácea y nariz grande.
Vestido con traje azul y capa roja con una "G" en grande.
¡Era "El matemático Genaro"!
Por otra parte, también se encontraba Owen que, al caer en la papelera, se había convertido en "Aburridoman". Llevaba una túnica negra y un hacha. ¡Qué miedo!
Genaro le lanzó un signo de sumar, otro de restar, otro de multiplicar y el dividir. Le cayeron en la cabeza a nuestro compañero y volvió a ser el mismo de siempre: maravilloso.
Pudimos irnos a casa tranquilos.
Si tenéis algún "PROBLEMA", difícil o peligroso, no dudéis a llamar a quien nos salvó.
Mayra
Mar: Es genial Mayra.
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