El último que recuerdo fue hace mucho tiempo.
Era raro y confuso; trataba sobre que me despertaba como cualquier mañana. Me vestía, desayunaba, me calzaba y me iba al cole como todos los días.
De vuelta a casa me lavé las manos y puse la mesa, solo me faltaba abrir las ventanas para ventilar.
Empecé por mi cuarto y al abrir la puerta... ¡No estaba mi cuarto, sino el colegio!
Fui a ver las habitaciones de mis hermanas. Abrí la puerta de mi hermana mayor. ¡Era normal!; luego la de la pequeña, ¡también normal!
Luego me desperté y me quedé con una extraña sensación de confusión.
¡Qué curiosos e intrigantes son los sueños!
Mar
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