Hoy tuve un sueño muy chulo. Mi hermana y yo habíamos entrado en un paisaje donde todo era de chocolate y caramelo.
De repente se habían acercado a nosotras unos cavernícolas a los que les faltaban piezas del cuerpo como: un trozo de pierna, de cabeza, os ojos...
Nos dijeron si les podríamos ayudar a encontrar sus partes.
Les ayudamos a mirar detrás de los arbustos, de los árboles..., pero nada.
Seguimos mirando, pero lo único que encontramos fue una bruja.
Le preguntamos si había visto las piezas y nos dijo que no, que solo tenía un mapa en el que había algo parecido a lo que estábamos intentando encontrar.
Nos dio el mapa y empezamos la aventura.
Lo primero que teníamos que hacer era cruzar un río: el Nés.
Usando una barca logramos pasar al otro lado.
Después nos encontramos con unos pinchos puntiagudos.
No sabíamos cómo atravesarlos, pero mi hermana, que es muy lista, recordó que todo era de chocolate y caramelo, así que tuvo la idea de comerlos. Sabían muy dulces, pero estaban ricos.
Por último teníamos que escalar una montaña. Para ello, usamos unas regalices como si fuesen cuerdas. Así logramos llegar a la cima.
Allí estaban las piezas que faltaban. Se las devolvimos a los cavernícolas y ellos, muy agradecidos, nos devolvieron a nuestra realidad.
Sara
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