Hoy por la mañana, me apetecía ver un acontecimiento deportivo por una razón: por disfrutarlo; es como cuando tomas un café, las prisas sobran, hay que llegar a saborearlo.
El tiempo maravilloso; la mayoría de los espectadores dando ejemplo limitándose tanto a animar como a aplaudir, lo que realmente se agradece.
Mi primer (y último partido, por cuestiones de organización) me encantó: vi a alguien situado en el centro del campo, controlando y dirigiendo, manejando las dos piernas - lo que es difícil hoy en día, con regate y un disparo excelente: un gol y un poste.
Con las actitudes y aptitudes innatas, si tiene voluntad y sacrificio, puede llegar a lo que realmente desea; si no, a gozar de lo que es el fútbol.
Antes de irme, tuve la oportunidad de hablar con tres adultos y dos niños. Un rato bien aprovechado, con la satisfacción que conlleva hablar con unos padres de forma sincera y campechana; y con unos niños/as que son un encanto. Todo responde a ser personas en el pleno sentido de la palabra.
Eso sí, quedo a la espera de asistir en nuevas ocasiones y ver a otros jugadores/as. Claro que, si me veo en la situación de que si me defino de forma diferente, puede ser que no se entienda... Igual la solución es no opinar.
Genaro Veira
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