martes, 9 de enero de 2018

"Las baldosas"

A las diez de la mañana miraba a una baldosa pensando en el ejercicio, pero algo más:
¡Estaba pensando en mi viaje al Caribe y en su parte más divertida!

Estábamos en la piscina del hotel, a un lado de la misma estaban un hombre y una mujer poniendo música. Justo en ese momento entraron al agua unos estadounidenses, cuando sonaba la canción de "Despacito"; uno de ellos gritó:
"Despacito, my friend".
Y prosiguió con un movimiento de culo; mi padre y yo nos partimos de risa.


Un poco más tarde, a eso de las once, sumergidos en el mundo de las fracciones, mi memoria recordó: 
"Misión recoger máximo número de caramelos
en la cabalgata de reyes".

Fui con mi inexperto abuelo, que insistió en ponerse delante de todo y recibió tal bombardeo de caramelos que se tuvo que echar hacia atrás porque le dolía como si de piedras se tratara.
Cuál fue mi sorpresa, que un hombre que teníamos cerca cayó de bruces cuando intentaba agarrar una chuchería que quedó bajo un coche.

Manuel 

En las baldosas veía bichitos hablándome: una hormiga, un escarabajo y una tortuga. ¡Estaba sorprendido! Pensaba que era como ellos.

La hormiga decía "muuuuuuu", es escarabajo "beeeeeee" y la tortuga "pío pío"; yo me estaba riendo porque me hacían gracia.

Nos fuimos de acampada. Ellos tenían miedo, yo los protegía.

Niko  

Imaginé que en una baldosa había números y divisiones, que iba haciendo mientras nuestro profesor explicaba Lengua; había fallado una en el encerado y no quería que volviese a ocurrir.

Un poco más tarde, vi unas multiplicaciones raras e increíbles: eran con letras y no las entendía.
Mientras intentaba saber qué número eran, mis compañeros trabajaban con fracciones que también había fallado.

Mario

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