martes, 10 de noviembre de 2015

"Descripciones hiperbólicas" (IX)

Pequeña como una flor, ojos azul celeste multicolor, los globos rojos de sus mejillas, pelo de oro como un limón: huele tan bien que todo el mundo quiere olerlo; la cereza de su nariz y la frescura de su sonrisa infinita.
Guapa como una modelo; presumida como una princesita de cuento.  Le encantan las diademas; sus pendientes irregulares, al igual que su personalidad: ¡Especial!

Inteligente y astuta como un zorro. Se adapta a todo: parece que le gusta hasta volar...
Bondadosa como un duende; el diamante de su amabilidad, como una señora preocupada siempre por los demás. Se interesa por todos y nos intenta ayudar: el Nelson Mandela de la empatía. 
Sensible como un corazón. Dulce como el azúcar.
Encantadora como un  hada madrina; cariñosa como un osito de peluche; divertida como un payaso, aunque un poquito cabezota.
Trabajadora, tan responsable como un policía. Ordenada como un robot.

Dibuja tan bien como un pintor: las máquinas de sus dedos no paran quietos; manitas como un artesano. Cocina tan bien que podría emplearse en un restaurante.

¡Un paquete lleno de regalos que nos da! !Siempre está ahí!

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