viernes, 18 de septiembre de 2009

"¡Qué caída más inoportuna!"

Cuando era más pequeña, en una actuación de baile gallego, me resbaló el zapato y me caí.

No era capaz de levantarme porque las enaguas, los pololos y la falda se me enredaron en las piernas.

El traje de gallega era muy pesado para mí y la profesora tuvo que venir a echarme una mano.

Menos mal que al final fui capaz de levantarme y continuar bailando.


Andrea

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