miércoles, 1 de abril de 2009

"Unas vacas exigentes"

Hace unos meses fui a mi aldea, situada a 20 kilómetros de Lugo. En Bascuas, que es su nombre, tienen muchos animales: perros, gatos, conejos, cerdos y las vacas, nuestras protagonistas de hoy.
Después de comer fuimos a verlas. Lo que más me llamó la atención fue que en el establo tenían música.
- ¿Por qué las vacas tienen música en el establo? - Le pregunté a mi prima Flora.
- Porque dan más leche. - Contestó.
Luego nos enseñó la sala de ordeño, llena de tubos y de tanques de cristal y acero, por donde las vacas pasaban de ocho en ocho para sacarles la leche. Esto ocurre cada doce horas, a las cinco de la mañana y a las cinco de la tarde, todos los días del año.
En dicha sala sólo podía estar ella pues, si notaban la presencia de algún desconocido, ya no daban leche.
Cuando visitamos los conejos, los pude coger por las orejas.

En el gallinero, mi primo Manuel levantó una piedra y todas las gallinas empezaron a picotear en el suelo y a comerse las lombrices.

Respecto a los cerdos, eran tres, mi prima me comentó: “¡No me salieron nada comedores!”

Nunca pensé que ser ganadero y ordeñar vacas fuera tan complicado; pero ya veis: ¡Hasta a las vacas les gusta hacer las cosas a su manera!
Óscar

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