
Cierto día, unos toros invadieron la zona. Cuando el lobo se enteró, salió corriendo de su guarida para espantarlos.
Cuando llegó, casi llega a coger a los conejillos … ¿Por qué casi? Porque, una vez delante de ellos, de lo feo que era, huyeron a toda velocidad.
De todas formas, su hazaña le permitió tener amigos con los que jugar.
Sara
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