Tuve un conejo enano, falleció hace unos días. Se llamaba Copito. Era: suave, con ojos azules, largas orejas, unos bigotes larguísimos y un pelo blanco como la nieve.
Le gustaba: jugar con su ama y con sus juguetes, hacer agujeros en su caseta y mucho ruido.
¡Así era mi conejo Copito!
Sofía
¡ERA MONISIMO!
ResponderEliminarBESOS