Comparaciones y metáforas (IV)

Gris como la sombra,

con ella me siento bien, está siempre conmigo.

Alba

Comparaciones y metáforas (III)

La biblioteca es la ciudad de los libros.

Galopar es como conducir con baches.

Borja

Comparaciones y metáforas (II)

Los sueños son las ideas nocturnas.

Las hojas son el cuerpo de los libros.

Las ramas son los brazos de los árboles.

El corazón es la batería del cuerpo.

Salomé

Comparaciones y metáforas (I)

Óscar

"Si yo fuera" (XVII)

Si fueras un sueño..., ¡que nadie me despertase!

Querría irme contigo hasta el final de mi viaje.

Si yo fuera tu cuento favorito, cada vez que pasaras página,
mi corazón daría un saltito.

Clara

"Si yo fuera..." (XVI)

Si yo fuera algo, sería una mesa,

para que todos se apoyaran en mí.

Diego Seoane

"Si yo fuera..." (XV)

Si yo fuera un balón, pediría que me dieran un patadón,

para volar como un avión.

Samuel

"Si yo fuera..." (XIV)

Si yo fuera feliz, sería capaz
de volar hasta el espacio.

Gabriel

"Si yo fuera..." (XIII)

Si yo fuera sangre, sería de la que hierve.

Andrea

"Si yo fuera..." (XII)

Si yo fuera el verano, me gustaría no dar tanto calor

para que ciertos países no se mueran de sed.
Si yo fuera una lágrima, quisiera llegar a
los sentimientos de tu corazón.

Si yo fuera un refresco, me gustaría que

pasaran mis burbujas por tu risueña boca.

Lucía

"Si yo fuera..." (XI)

Si yo fuera un libro, me gustaría

que clavaras tu mirada en mis palabras.

Diego López

"Si yo fuera..." (X)

Si yo fuera fuego, quemaría los pensamientos impuros.

Marcos Laranga

"Si yo fuera..." (IX)

Si yo fuera el viento, me llevaría tus frases hermosas.

Si yo fuera la luna, sería el rincón de tus lindos sueños.

Lidia

"Si yo fuera..." (VIII)

Si yo fuera un perro, ladraría para desahogarme.

Si yo fuera un avión, viajaría a todas partes
para contemplar el paisaje.

Si yo fuera una pelota, botaría y botaría
para llegar al espacio.

Marcos González

"Si yo fuera..." (VII)

Si yo fuera un animal, me gustaría ser un caballo

para correr libremente por los prados.

Laura

"Si yo fuera..." (VI)

Si yo fuera tu ordenador, te enviaría mensajes llenos de amor.

Si yo fuera agua, me gustaría apagar todos los incendios.

Marina

"Si yo fuera..." (V)

Si yo fuera un gato, me gustaría dar cariño a todo el que me sonría.

Si yo fuera un libro, iría por el mundo repartiendo conocimiento.

Si yo fuera un perro, me gustaría ayudar a los ciegos.

Si yo fuera papel, me gustaría que me escribieran cartas de amor.

Sara

"Si yo fuera..." (IV)

Si fuera un calendario, añadiría un nuevo día para que disfrutes.

Si fuera ventana, dejaría pasar el aire

para que tu habitación no oliera a pies.

Si fuera un barco de papel, navegaría hasta encontrarte.

Uxía

"Si yo fuera..." (III)

Si fuera una niña pequeña, echaría risitas

para alegrar a toda la gente triste.

Salomé

"Si yo fuera..." (II)

Si yo fuera un paraguas, te taparía cuando lloviera.

Si yo fuera una raya, iría siempre en tu camiseta.

Si yo fuera un bolígrafo, escribiría cosas sobre ti.

Si yo fuera el rey del mundo, no existiría la contaminación.

Si yo fuera una jirafa, le daría los buenos días al sol.

Óscar

"Si yo fuera..." (I)

Si yo fuese una parte de mi cuerpo, sería el cerebro

para pensar y pensar en los demás.

Si yo fuese un despertador, timbraría sin ton ni son.

Si yo fuese una flor, sería la rosa para enamorar y ser olorosa.

Pablo

"As rochas máxicas"

Había unha vez unha familia moi unida, nunca se separaban.

O fillo pequeno era superdotado, pero sobre el tiña un embruxo e non podía relacionarse con ninguén.

Nunha viaxe o neno perdeuse, o conxuro impedía que poidese falar coa xente para explicarlles onde estaban os seus pais. Estes, que sabían da súa intelixencia, pintaron nunhas rochas o pobo no que estaban de vacacións e o lugar no que se aloxaban. O pequeno atopou unha das rochas e conseguiu dar con eles sen preguntarlle a ninguén.

Dende aquel día o embruxo rompeuse e as rochas daquel pobo chamáronse máxicas.

Sofía

Cómic

Andrea

"Es peor el remedio que la enfermedad"

Había una vez unos niños llamados Cami y Como. A ellos les caía muy mal, muy mal una niña porque les había hecho suspender el examen de flauta; así que querían vengarse.

La semana comenzó y las trastadas empezaron:

- Lunes: Gusanos en el bocadillo y chinchetas en la silla.

- Martes: Perderle el estuche y hacerle fallar un ejercicio.

- Miércoles: Tirarle el batido encima y dejarla quedar mal delante de su novio.

- Jueves: Ratones en los zapatos y araña en la mochila.

- Viernes: Mancharle los deberes de grasa y romperle las ceras.

Ese fin de semana estuvieron muy a gusto, pero a la vuelta de vacaciones... Su enemiga estaba muy triste y arrepentida de sus actos, así que decidió contarle a la profesora de Música lo que había ocurrido para que los aprobara. Ellos le devolvieron todo lo que le habían quitado y hasta le hicieron los deberes.

Desde entonces no se volvieron a llevar mal y aprendieron que:

"LA VENGANZA NO CONDUCE A NADA".

Andrea

"Mi mascota imaginaria"

Se llama Nina, es una perra.

Tiene los ojos marrones y el pelo rubio.

Es divertida, juguetona, dormilona y mimosa.

Le gusta jugar conmigo, estar acostada en mi cama, ver dibujos de perros y mirar cómo hago las cosas.

Le encanta que le ponga música, salir a la calle, dormir y jugar a tigres.

Odia que le grite y que la deje sola.

Uxía

Cómic: "¡Estoy harto!" (II)

Salomé

"Rosa"

El fin de semana pasado, en San Sebastián, salió del hospital una niña llamada Rosa, que había estado siete años en una especie de coma: ¡Desde que nació! Nunca había visto su cama ni sus muñecos, y no tenía ni un solo amigo.

Cuando fue al colegio, conoció a un montón de gente que la recibió con los brazos abiertos.

Para sus padres es una maravilla poder ver feliz y poder hablar con su "princesa".

Una de sus primeras frases fue:

"La vida es un regalo que hay que recibir para sentirlo".

Andrea