En un reino mágico llamado Magic había un castillo en el que vivían: la reina Susan, sus dos hijas Raquel y Paula y la princesa Natalia, con la que se portaban muy mal:
¡La utilizaban como criada y
dormía en una torre totalmente destrozada!
Nuestra protagonista, ya cansada, decidió escaparse sobornando a los guardias de seguridad, dándoles a cada uno nada más y nada menos que 1.000 euromagics.
Pero tuvo mala suerte, los monstruos del hielo la raptaron y la encerraron en sus mazmorras.
Allí dentro, se le ocurrió llamar por su reloj teléfono a sus amigas para que la liberasen; pero todo fue en vano hasta que una de ellas, Adriana, lo consiguió.
Corrieron y corrieron hasta que ya, agotadas, se echaron a dormir...
Cuando ya se sentía tranquila, los monstruos aparecieron nuevamente, la capturaron, le quitaron el teléfono y la encerraron.
Meditabunda y triste, procuró calmarse; vio una rejilla, la abrió y se coló. Por fin era libre.
Llegó al castillo y le plantó cara a Susan, Raquel y Paula para ganarse su respeto; y además consiguió que la reina y sus hijas hiciesen la limpieza ellas solas.
Sara