El cerebrito estaba muy enfadado con el hombre vestido de negro e inventó un “recorditonator”, que funcionó con él: ¡Se acordaba de toda su vida!
Era hora de probar con los demás; todos recordaron lo que había pasado y quedaron alucinados con el ingenio del niño.
Era hora de probar con los demás; todos recordaron lo que había pasado y quedaron alucinados con el ingenio del niño.
Pero, de nuevo, hizo su aparición el hombre vestido de negro, que lanzó una espada al cielo y lo congeló; lanzó un rayo de hielo y nuestro protagonista se fue a otra dimensión, desconocida para él.
Los demás volvieron al pasado y no se acordaban absolutamente de nada; en esta ocasión no había nadie para ayudarles ni para impedir el mal.
Los demás volvieron al pasado y no se acordaban absolutamente de nada; en esta ocasión no había nadie para ayudarles ni para impedir el mal.
Samuel
Madre mia a otra dimensión.
ResponderEliminarADIÓS.
¡CUÁNTAS COSAS INVENTÓ ESE NIÑO!
ResponderEliminar