sábado, 24 de septiembre de 2022

"Diálogo sin salida"

Lidia - Recuerdas mi disco que rayaste.

Lamberto - ¿Te refieres a ese?

- Sí, el que me cogiste.

- Pues..., recuerdo haberlo cogido, pero solo para ver cuál era.

- Entonces, ¿quién lo sacó de la funda?

- Bueno, puede que solo lo sacara de la funda.

- ¿Quién estuvo escuchando mis canciones?

- ¿Oírlo? Puede, solo puede, que pusiera una canción, más que nada para ver si correspondía a la funda.

- Y también me lo rayaste.

- ¿Rayado? ¿Cómo pude haberlo rayado?

- ¡Ah! ¿Cómo es que lo está?

- Puede, solo puede, que la aguja del tocadiscos se me cayera de la mano, pero...

- Misterio solucionado, por tu culpa.

- ¿Culpa mía?

- Sí, porque lo estropeaste.

- ¿Estás insinuando que yo?

- ¡Lo tienes que pagar!

- ¿Pagarlo? ¡Es fantástico, fantástico: únicamente quería ayudar!

Fede - A mí también me tiraste mi trofeo.

Lamberto - ¿El del torneo de verano?

- Sí, ese mismo.

- Te refieres a esa copa que te dieron por jugar de reserva y encima quedar vuestro equipo de último.

- ¡Sí, esa! Y me la cogiste.

- ¿Cogerla yo?

- Y aun encima hablas con sarcasmo.

- ¿Cómo que hablo con sarcasmo?

- Entonces, quién la tiro al suelo, listillo.

- Puede, solo puede, que entrara para leer la plaquita, ¿eso es malo?

- ¿Quién la tiró al suelo? ¡Eh!

- ¿Caerse al suelo?

- ¡Sí, la tiraste!

- ¡Ah, no! La dejé en la mesa.

- A ver, explícame cómo cayó.

- ¡Pues habrá habido un terremoto! A veces los hay y no nos damos cuenta.

- ¡Estoy deseando tu paga semanal!

- ¿Qué?, ¿mi paga semanal?

- Sí, no queda otra.

- ¡No es justo, no lo es! ¿Por qué debo cargar con todo lo que sucede aquí?

Mar

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