Nunca antes la había tenido. Desde que la tengo me lo estoy pasando pipa porque me siento acompañado. Antes me sentía solo y sin nadie con quien jugar. Se lo comentaba a mis padres y me decían que, cuando pudieran, jugarían conmigo.
Hasta que un día pensé: ¡Quiero tener un perro! Insistía en ello cada dos por tres y todos los días durante casi un año, no paraba de darles la lata.
Hasta que el 17 de mayo de 2021 me regalaron un perro: Keko.
Es un bichón maltés americano, muy pequeñito, con los ojos grandes y negros, con un hocico tan oscuro que parece otro ojo más, y el pelo blanco. Es muy rápido y, cuando se encuentra un perro, se vuelve loco pensando que nos va a hacer daño, no para de ladrar, nos defiende... Es muy juguetón y nervioso, muy nervioso.
Sus juguetes favoritos son una pelotita y un nudo. Le gusta su pienso pero, sobre todo, las chuches y unos huesos.
¡Ah! Tiene un año y medio y es hermano del perro de Gael.
Me lo paso muy bien con él, estoy encantado con mi mascota.
Nicolás
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