Había una vez una ciudad muy bonita con varios bosques en los que vivían muchos animales.
Un día los constructores fueron y empezaron a destruir todo y a matar todos los que se encontraban: ¡El enfado era tremendo!
Por la tarde, los osos, los perros y otras especies fueron a acabar con los hombres para vengarse.
La gente empezó a correr ante el ataque de abejas, gatos, osos...
La ciudad estaba en silencio. Tuvieron que venir los soldados con dardos tranquilizantes para calmarlos. Lograron dormirlos.
Poco a poco todo volvió a la normalidad.
Telmo
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