Un cálido martes 13 del año 1.999, estaba un profesor explicando las potencias a sus alumnos y... ¡Boom! Un avión aterrizó en medio de la clase.
Estaba lleno de niños americanos. Tenían el objetivo de llevarlos a Listolandia para que los niños aprendiesen cosas interesantes de aquel país.
El maestro alucinó cuando le comentaron el objetivo. Convocó una reunión con los padres para hablar del tema; decidieron que todos se dirigirían allí esa misma noche.
Todos se fueron corriendo a sus casas a preparar sus maletas.
Estaban emocionados con la idea, se les pasaban mil cosas por la cabeza.
Hicieron el viaje con toda normalidad.
los americanos les enseñaron: el país, sus costumbres, sus comidas, sus juegos, su forma de vestir...
Ya en un colegio, empezaron a trabajar como locos, les salían las raíces cuadradas por las orejas.
El problema surgió cuando descubrieron que los querían utilizar como ratas de laboratorio; por lo que idearon un plan para fugarse.
Llenaron el aparato con todos los niños, regresaron e intercambiaron sus culturas, que era de que se trataba.
Olga
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