"El hilo rojo del destino"
Hace muchísimo tiempo un emperador se enteró que en su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la magia de ver el hilo rojo del destino. Le mandó a sus sirvientes que la encontraran para poder verla.
Cuando ella llegó, él ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique para encontrar a su futura mujer. Tal hecho le llevó hasta un mercado donde estaba una pobre campesina, con una bebé en sus brazos, ofreciendo sus productos. La pobre se puso de pie delante del emperador. La bruja dijo: "Aquí termina tu hilo". Él se enfureció, cayó la bebé y se hizo una herida en la frente.
Muchos años después, llegó el momento de casarse. Le recomendaron que lo hiciera con la hija de un general, y así lo decidió.
El día de la boda la novia llevaba un velo y un vestido precioso; se quitó el velo y él vio que tenía una cicatriz en la frente...
Olga
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