"El secreto de Maón"
Era uno de los reyes que había en Irlanda. Solía cortarse el pelo una vez al año. Allí se elegía por sorteo a un peluquero, al que después asesinaban: el rey tenía orejas de caballo y no quería que se riesen de él.
Un día, le tocó dicho trabajo a un joven de un aldea cercana; pero decidió no matarlo si no contaba su secreto. Un año después, aquel muchacho estaba atormentado por no poder contar el secreto.
Un sabio le contó que en un sitio donde se crucen cuatro caminos, debía girar a la derecha y contar todo lo que sabía al primer árbol que encontrara. Así lo hizo y se curó.
Cierto tiempo después, al arpista Graftiny se le rompió su arpa y necesitó madera de un árbol. No había casi ninguno, excepto el del secreto. Cuando tenía su arpa, empezó a tocar su música y sólo se oía:
"Dos orejas de caballo tiene el rey Maón".
Al ver que la gente no se burlaba de él, decidió no matar a nadie más por culpa de su defecto.
Alejandro
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