
Un día un cerdo que vivía en una montaña, gordo y apestoso como todos los cerdos, le propuso a un caballo echar una carrera. El recorrido sería: salida en un molino, atravesar un bosque, descansar en una granja y la meta en un río.
Así se hizo, pero el cerdo, un gran campeón de carreras, dejó en ridículo a su rival.
Esta fábula nos enseña a no fiarnos de las apariencias.
Rubén
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