Era un ratón al que sólo le gustaba la comida basura. Sus amigos le dijeron que tenía que dejar de comer dulces, que debía comer queso; pero él no les hizo caso.
Un día le empezó a doler la barriga y fue al médico, que le explicó lo que le ocurría, tal y como le habían dicho sus amigos: lo que estaba comiendo no era sano.
Cuando volvió a su casa, se prometió a sí mismo cambiar de actitud; comió sano y nunca volvió a tener dolores.
Ángel
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