Érase una vez una bruja que estaba harta de ser distinta; por eso hizo un hechizo para que toda la gente de la ciudad se convirtiera en monstruos.
Menos mal que una niña llamada Ana estaba fuera de la ciudad y no se vio afectada.
¿Cómo podría ayudar a los demás? Se dirigió a una biblioteca, donde leyó que la única forma de deshacerlo era mediante otro hechizo: “Retirus hechizus”.
Al decirlo, toda la gente volvió a la normalidad, pero … ¡La bruja se desvaneció!
Pablo
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