Al leer este título, seguro que vais a pensar ya no se sabe qué. No es mi finalidad, sí que algún padre o madre piense a dónde puede llevar o conducir a su hijo.
Conclusiones sacadas de algún que otro texto:
1ª - Una de las tareas que los padres de familia tienen es proteger y guiar a sus hijos, pero… ¿hasta qué punto hay que hacerlo? Educar a los niños/as con un estilo sobreprotector se caracteriza por limitar su autonomía y generar una dependencia excesiva hacia los padres.
2ª - Cuando un niño es incapaz de resolver un problema o enfrentar una situación propia de su edad, la cual cualquier otro niño puede solventar con más o menos facilidad, estamos ante un signo evidente de sobreprotección. Sus padres le han evitado la confrontación con las vicisitudes de la vida.
La consecuencia del excesivo cuidado de los niños es la carencia de herramientas para que puedas desarrollar estrategias que le permitan abordar y resolver los problemas que la vida le va presenta.
Enviarle un mensaje inconsciente de “tú no puedes” (por eso tus padres lo hacen por ti).
Al sentirse incapacitado, tenderá a depender de los otros para solucionar sus problemas con asistencia de sus padres, y cuando éstos no estén será con los maestros o cuidadores, etc.
Cuando el niño se ha acostumbrado a la atención y a que todo se les facilite, puede tender a la manipulación al tiempo que su insatisfacción irá creciendo incluso ante sus propios logros.
Espero que estas palabras sirvan de algo y ayuden a situar a quien convierte un percance entre niños a un problema de una gravedad urgente. Supongo que sabrán que la vida genera problemas a los que hay que enfrentarse, así como situarse ante los mismos.
Genaro Veira
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