Había una vez un señor que compró un sofá. A simple vista parecía un sofá normal, pero no lo era.
Cuando el hombre volvía, se encontraba la casa desordenada. No entendía nada; siempre que se sentaba en él se escuchaban sonidos raros, así como gritos: ¡Socorro!, ¡Ayuda!
Decidió abrirlo. Para su sorpresa, había un chico encogido dentro, con cara de miedo. Estaba muy asustado.
El dueño le preguntó qué hacía, a lo que le respondió que vivía en la calle; tras una tormenta, tuvo que refugiarse en algún sitio. Vio una tienda de sofás, se coló y se metió en uno de ellos. Cuando trató de salir, se quedó atrapado.
Entendiendo su situación, le propuso que se quedase a vivir en su casa, lo que le pareció muy buena idea.
A partir de ese momento siempre fue feliz y nunca más tuvo miedo. Le estuvo eternamente agradecido.
Nicolás
No hay comentarios:
Publicar un comentario