"Pepe Luis"

Hola, hoy os voy a hablar de un niño que siempre tiene que ir de la mano de su mamá.

Cuando se levantaba, estaba su mamá al lado; su mamá le vestía, le daba de desayunar papilla para que no se atragantase, le peinaba, le lavaba los dientes y le calzaba.

De camino al cole, iba agarrado a su mamá.

En el colegio, su madre le acompañaba a su clase, le decía lo que tenia que contarle a su profesor, por ejemplo:

- Pepe Luis, saluda a tu profesor.

Él le hacía caso, pero en voz baja, porque pensaba que, si gritaba, sus cuerdas vocales se enredarían o se romperían.

Cuando ella se iba al trabajo, el maestro le tenía que poner una foto de su madre encima de su pupitre.

Para merendar, sus amigos le daban un bocata de pan integral con quince semillas (porque así tendría todas las vitaminas que necesitaba); para masticar, le movían la boca para que pudiera tragar.

En la única hora que lo veían correr era cuando le recogía su mamá. Y le decía:

- Ven que te llevo de la manita.

Un día, cuando ella no se encontraba muy bien, decidió dormir todo el día.

Pepe Luis no sabía qué hacer porque no podía ni comer, ni beber, ni lavarse los dientes... Ya que no sabía.

Decidió sentarse en una silla de madera y no hacer nada más que mirar a su madre.

Cuando esta despertó al día siguiente y lo vio sentado en la silla mirándola fijamente, gritó "¡Ahhh!".

El niño estaba sediento, pálido, con los ojos rojos, flaco... Al acercarse, sonrió un poco.

En ese instante, la madre aprendió que no puede llevar  a su hijo de la mano toda la vida.

Luis se acabó recuperando, solo tenía sueño y hambre. Poco a poco aprendió a ser un niño independiente.

(Dedicado a mi profesor Genaro 

por enseñarnos a ser niños independientes)

Mar