Hace unos días llegó a la Tierra un ser extraño. Al parecer, había sido enviado por una persona que vivía en el más allá.
Su misión era que los niños de este colegio aprendiesen a tocar la flauta.
En la primera clase que tuvieron, no consiguió nada, pues con los pitidos de los flautistas acabó desmayado; para la segunda, se llevó unos algodones en sus antenas y se fijó solo en la colocación de los dedos, mareándose al ver el baile inadecuado de los mismos; y en la tercera consiguió que lograran tocar bien (eso sí, ayudándose de unos polvos mágicos).
Desde entonces, son unos auténticos músicos flautistas.
Sara
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