Hola, os vengo a contar una historia ficticia, a la vez fantástica y divertida.
Había una niña con muchos muñecos, pero detrás había algo que no sabía: ¡Tenían vida propia!
Esto no era nada malo; al contrario, solo hablaban por el día y cuando ella no estaba. Se divertían jugando.
Un día, cuando volvía del colegio, se los encontró hablando. No hizo nada, solo se asustó y se lo dijo a sus padres, que no la creían.
Al final, se hicieron amigos e inseparables.
Noa
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