Se decía que en ella pasaban cosas muy extrañas: si nadabas muy profundo, podías encontrar criaturas extrañas, como peces con apariencia de humanos; por la noche, con viento, los árboles parecían espíritus bailando.
Todos los años hay noticias de gente desaparecida, o de barcos que naufragan; y lo peor es que, si llevabas comida, se estropeaba y estaba podrida.
La llamaban la isla de Nunca Jamás.
Noa
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