Había una vez en el espacio muy pero que muy lejano un planeta que se llamaba "El planeta al revés".
Allí ocurría lo siguiente: todo estaba al revés.
La gente andaba con la cabeza, tenían que dormir de pie; en vez de comer la comida, masticaban el plato; cuando se duchaban, en vez de salir limpios, lo hacían llenos de barro; para escuchar música, apagaban la radio...
Hasta que un día todos se hartaron de lo difícil que era vivir así. Decidieron viajar a otro planeta, a uno normal, y eligieron la Tierra.
Cogieron todas sus cosas y viajaron hasta llegar a su nuevo hogar.
Les gustaron: las montañas, los ríos, las montañas, los valles...
Años más tarde descubrieron que su antiguo planeta había desaparecido; pero no les preocupaba, porque estaban mucho mejor y eran más felices.
Tania
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