Yo he estado en diferentes
equipos, como son el Victoria o el Once Caballeros.
Empecé a jugar en el Once con
cinco años, aunque había jugado ya a fútbol sala y en el cole; después me fui
al Victoria a jugar con niñas por el siguiente motivo: ¡se reían de mí por ser
una chica…!
Yo siempre iba a entrenar
pensando: a ver si hoy se callan, no me dirán nada... Pero lo único que hacía
al pensar en eso era engañarme a mí misma.
Aparte en ese equipo perdíamos
siempre.
Al cambiarme al femenino, aunque
no ganáramos con mucha frecuencia, me lo pasaba bien, que eso es lo que
importa.
La liga contra equipos
masculinos fue complicada pero ahora estoy en una distinta en la que compito
contra niñas de mi edad (la competición se llama “Liga Promises”).
Antes de este confinamiento me
convocaron para ir con la selección gallega y me puse muy contenta y, por
supuesto, nerviosa.
Mis amigos, familiares y otros me animaron y apoyaron mucho (hay algunos que no sé ni cómo se enteraron porque yo se lo conté a muy poca gente).
Ana Pereira
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