Hace unos cuantos años, un buen amigo y yo estábamos en Cee. Él iba a dar una charla al instituto, le pregunté qué animo llevaba y me contestó: "No me hacen ni caso, no sé para que voy".
Seguro que os extraña la respuesta.
En mi caso, espero y deseo que los comentarios, las advertencias y los consejos que os doy cuando es oportuno, no queden en saco rato y me quede predicando solo en el desierto.
Siento que algunos ni se molesten a escuchar, puede ser que estén habituados; y el futuro está ahí, a la vuelta de la esquina.
Genaro
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