El ser mitológico fue encontrado por unos pescadores mientras echaban sus redes al mar.
Después de pasar varios peces, de repente en sus redes apareció ¡Una sirena de verdad!
Uno de los marineros le sacó una foto con su móvil y luego nos la envió para que no pensáramos que era una información falsa.
Nos contaron que la mujer tenía el pelo de color verde agua marina adornado con una estrella de mar a modo de pasador de pelo; sus grandes ojos del mismo color. La cola era preciosa, de color dorado purpurina, y rosa brillante en la parte final.
Logró escapar de la red, y ya en el agua les suplicó que no volviesen a pescar en esa zona para que nadie la descubriera.
Ellos la respetaron y se fueron con la esperanza de volverla a ver algún día en cualquier otro lugar.
Sara Lago
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