sábado, 4 de marzo de 2017

"El perro encantado"

Tiene una extraña figura: delgadito y muy largo. Los ojos son muy saltones, la nariz como la de un hombre, su pelo largo y verde, orejas muy pequeñas, lleva alas incorporadas en la espalda; las patas delanteras son más grandes que las traseras.
Viste con ropa muy grande y colorida, lleva su colgante de la suerte.
Muy charlatán, tontorrón, gracioso y amable.
Le gusta conceder deseos a la gente, correr, y comer: lechuga, tomates y bocadillos de chorizo. 

Había una vez una familia muy pobre que sólo tenía para comer de lo que cultivaban en la huerta.
Todos los días se levantaban temprano para trabajar en el campo, a la noche volvían a casa a descansar.
Un día, cuando estaban recogiendo las patatas, de un agujero salió una extraña figura; se asustaron mucho porque le cogieron miedo; al final, se dieron cuenta de que no era más que un perro encantado que hablaba, cantaba y bailaba. Se lo llevaron para casa y ya descubrieron que les daba mucha suerte: ¡Les concedía todo lo que le pedían!
El menor de los hijos le pidió una habitación llena de juguetes, el mediano una finca con muchos cultivos, y el mayor que sus padres y hermanos fuesen felices para siempre.
El perrito les concedió todo; a cambio, le tenían que dar de comer todos los días, por lo que se quedó a vivir con ellos.

La felicidad era enorme: ¡No les faltaba de nada! Tenían salud, amor y felicidad, y también trabajo.
No le contaron nada a nadie y vivieron muy felices. 

Ana dos Santos


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