Tiene un ojo azul y el otro verde, con el pelo de punta y de color marrón; es delgadito y el rabo lo tiene enroscado.
Es muy malo, el peor gato del mundo, travieso y muy desobediente.
No lleva nada puesto, porque todo lo que se pone lo rompe.
Le gusta destrozar todo, comer lo que encuentra y complicar la vida a la gente.
Una familia estaba caminando por la ciudad; de repente, lo encontraron, pensaron que se lo podían coger y lo hicieron.
Al llegar a casa, Jimmy (el gato) empezó a romper todo lo que había. Se asustaron un montón y pensaron que estaba endemoniado; sin embargo, le dieron tiempo para que se fuera acostumbrando a su nueva vida.
Cada vez se hacía más insoportable, hasta que decidieron abandonarlo. Todas las noches volvía, por lo que lo dieron por imposible.
Lo encerraron en un cobertizo, pero salía por un agujero.
Acababa con toda la comida, y a los peluches de los niños les arrancaba las cabezas.
Los padres ya no sabían lo que hacer para deshacerse de él y entonces llamaron a la policía para pedir ayuda.
El animal se escondía y, cuando no había gente, hacía sus maldades.
Ya nadie le hacía caso y se marchó a otra casa.
Ana dos Santos
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