Había un rey llamado Príamo, que era el rey de Troya. Tenía dos hijos varones: Paris y Héctor. Un día, el primero fue a Grecia y conoció a la mujer más bella de todo el país, la raptó y se la llevó con él.
Cuando el rey griego se enteró de que habían secuestrado a su mujer, les declaró la guerra. reunieron más de mil naves, muchísimos soldados y se marcharon a rescatarla. Durante el día atacaban; por la noche descansaban para recuperar fuerzas.
El griego más valiente era Aquiles, y el troyano Héctor.
La lucha era tan igualada que iban ya diez años. estaba todos muy cansados.
A uno de los reyes griegos se le ocurrió una idea: construir un enorme caballo de madera que en la pata derecha tenía una abertura para que pudiesen entrar los soldados.
Todos los demás se subieron a sus barcos y disimularon que regresaban a su país; en realidad, se iban a una isla cercana.
Los troyanos fueron a festejarlo a la playa. Una vez allí, encontraron el caballo. Sinón, un espía griego, los convenció de que era un regalo de los dioses... Decidieron ponerlo en la plaza central de Troya.
Hicieron una gran fiesta, tomaron mucho vino, comieron, bailaron...
De pronto, cuando todo iba a terminar, Sinón dejó salir a los soldados y les abrió la puerta de la ciudad. La quemaron y mataron a los guardianes.
¡Qué miedo!
Olga