Había una vez dos familias amigas, una rica y otra pobre, formadas cada una por tres personas: los padres y un hijo.
Cierto día se encontraron en una feria. Estaban buscando ropa para comprar. Los ricos se compraron todo lo que quisieron; entonces, los otros les pidieron ayuda y, claro, como eran muy buenos, se lo prestaron.Vaya alegría tenían tanto unos como otros.
¡Hay que ser solidarios!
Lena
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