Érase una vez un vampiro que vivía en las profundidades de la montaña, sólo aparecía por la noche.
Tenía los colmillos muy afilados, el pelo muy puntiagudo y la cara muy gris.
Cada vez que alguien se acerca a la montaña, le chupa la sangre; y lo mismo hace cuando se acerca a la ciudad. Una vez que ha terminado, regresa a la montaña.
Anthony
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